Tu autoestima


Hay muchas formas de reconciliarse con la vida. Uno puede darse cuenta, de pronto que los errores cometidos lo han llevado a formarse juicios erróneos, a concebir concepto equivocados y lo peor a emitir juicios condenatorios contra alguien que no lo merece.
Claro que las acciones de los demás pueden desembocar en la elaboración de una serie de ideas sobre esas conductas, que finalmente son ajenas pero que influyen en mayor o menor medida en nuestra toma de decisiones; sobre todo, cuando esas conductas son cercanas, de parientes, de personas amadas por uno mismo.
Cuando la posición que se desempeña ante esas personas debiera ser de autoridad y esa autoridad se ve socavada o menospreciada por aquellos que deberían acatarla, se presente como una especie de rompimiento, de pérdida de confianza aunque se pueda decir que los lazos de afecto no se rompan ni se tensen, ni reciban afectación alguna.
Por ejemplo, cuando un hijo engaña a sus padres y es descubierto, hay una pérdida de confianza, hay una tensión en la relación afectuosa, pero no se rompe, a menos de una situación muy extrema. Cuando el hijo es descubierto que decía mentiras a sus padres por suponer que al decir la verdad le prohibirían lo que hace; entonces todos descubren que estaban viviendo en medio de una tremenda falta de comunicación.
Y, mientras unos creen que su autoridad es respetada a ultranza, los otros creen que jamás serán descubiertos y que, además, lo que hacen no hará daño a nadie.Pero la confianza esta traicionada, para recuperar eso costará mucho esfuerzo por parte de todos los involucrados, porque ¿cómo creer? Porque entonces aparecen en escena los antivalores, la hipocresía y el cinismo y así, pues ¿cómo creer?
El caso es que el individuo que descubre que su autoridad o su jerarquía en el ámbito familiar no fue respetada, puede caer en un estado depresivo y culpar a todo y a todos de lo malo que pudiera pasar al interior de su familia y así, basado en una serie de supuestos, condenar y tomar decisiones equivocadas.
La autoestima también cuentaY es que esos desengaños van a dar directamente a la autoestima; un sentimiento de culpabilidad invade y el mundo se derrumba.El problema es propio, unipersonal y no de los demás, ni siquiera de los responsables del engaño.Es decir, uno mismo tendrá las respuestas para salir delante de una situación de desconfianza hacia todo y hacia todos y comenzar a ver hacia dentro de uno mismo, sanamente cuestionarse sobre el rumbo que llevaba la vida antes del “descubrimiento” y retomarla a partir de ahí, a ser lo que se era en aquel momento para poder demostrar que el motor de las demás vidas sigue siendo uno y lo que pudiera pasar será para daño de quien lo haga, porque uno busca luchar por el bienestar de todos y si alguien de esos ‘todos’ lo pone en duda, pues que empiece a buscar su propio camino, porque el nuestro ya está trazado.Pero revisar hacia adentro no es fácil, porque en nuestra mente sólo encontraremos que estábamos en el camino para hacer el bien, por que sabemos que jamás actuaríamos en contra de quienes amamos. Esa visión dificultaría detectar el error y podemos caer en la trampa de echarle la culpa a todos de lo que ha sucedido.Ese sentimiento de víctima es muy peligroso para poder rescatar el valor de uno mismo, el real, el que todos de alguna forma, perdieron de vista y se regocijaron en otros lados creyendo que ahí estarían mejor y si lo siguen creyendo pues que se queden ahí, mientras buscamos la forma de salvar nuestro propio valor.Es bueno reconocer que caímos en el papel de la eterna víctima, es bueno reconocer que dejamos pasar tiempo para subsanar el daño que haya causado aquel “descubrimiento”, sin aceptar que los “descubiertos” también llevan ya su dosis de culpa de manera conciente.Recuperarse a uno mismo, es quizá la parte más difícil, pero necesariamente, es un paso a seguir si se van a mantener, de manera aceptada por todos los involucrados, las relaciones, si se desea respetar la figura de autoridad, de todas formas, aquellos nexos de amor que dieron origen a toda esa relación, ahí están y, un paso importante es reconocer el descuido en el que se dejaron caer. Entonces, dejar de culpar a los demás, dejar el papel de víctima y asumir el rol que todos conocieron desde el principio, la autoestima cuando se cae, afecta a todos.

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