En busca de más ilusión
Cambiar, es lo que todos esperamos de nuestra pareja; pero no afrontamos que esperan lo mismo de nosotros. Pudiste conocer a quien ahora te acompaña y quedar atrapado entre su personalidad, entonces decidiste que habías encontrado al amor de tu vida. Te subyugaba su conversación, los detalles te enloquecieron y sus caricias aún más. Luego comenzaron a vivir juntos, a verse todo el día, todos los días. El encanto comenzó a desaparecer o, mejor dicho, a esconderse entre la rutina cotidiana, comenzaste a resaltar más los defectos o aquellas manías que no viste cuando la ilusión imperaba. De pronto, subes en el nivel de importancia pequeños detalles de las costumbres que tu compañía trae desde el hogar paterno: que deja el baño mojado, que no acomoda su ropa sucia, que se ve mal sin peinarse en las mañanas, que ronca, que... Y aquella conversación, las caricias y los detalles que te enloquecieron, se fueron. ¿Y qué has hecho para rescatarlos? Pero te guardas tus comentarios; entonces comie